Ciuco Gutiérrez expuso sus ideas creativas y mostró su obra a los alumnos de Bachillerato del I.E.S. Cuenca del Nalón de la Felguera. Una conferencia marcada por la intención pedagógica y el mensaje claro de que obra y vida son una misma cosa para el artista.
Comenzó definiendo el papel de la fotografía en el arte contemporáneo y su reconocimiento tardío, y explicó lo difícil que había sido al principio que los lugares referentes del circuito artístico como Arco, incluyeran fotografías entre sus propuestas. La España de su juventud solo entendía la foto funcional, aquella que guarda nuestros recuerdos personales o publicita de forma atractiva algo que vender. Era el concepto de foto-postal con unos clichés preestablecidos sobre todo aquello que mostraba, bien fueran mujeres seductoras o paisajes en días soleados. A él mismo le tocó ser pionero en esa lucha por introducir este medio en el mundo de la creatividad y la expresión artística.
Con un gran sentido del humor, con el que captó a los chavales desde el principio, contó cómo nació su vocación el día que, tras ganar un concurso de fotografía, el director de su instituto le abrió un mundo asombroso y desconocido para él, dejándole leer libros de fotografía traídos del extranjero, con imágenes insólitas para aquella España reprimida de la dictadura. Y cómo tiempo después vagó por la Universidad de periodismo intentando acercarse equivocadamente a su verdadera pasión, pero sin tener claro donde acudir para aprender las herramientas necesarias y expresar lo que llevaba dentro. “No sabía como se inventaban las fotos”.
Hasta que de repente todo cambió y las imágenes salieron como de un sueño de manera totalmente autodidacta allá por los años 80. Así surgen las fotos “marcianas” de los comienzos de su carrera, de colores llamativos y clara intención simbólica, con el rojo y el amarillo de la bandera. Totalmente planas de luz y muy gráficas, sus imágenes estaban llenas de objetos curiosos, lo que ha sido una constante a lo largo de su obra.
Hijo de la Movida madrileña, Ciuco continuó haciendo fotografías en un lenguaje metafórico. “Spain is diferent” y sale del oscurantismo con colores vivos e iconos modernos.
En este punto insistió en la importancia del poder iconográfico de la imagen, como vehículo para trasmitir ideas o sentimientos. El puro goce estético no es suficiente y detrás de cada imagen siempre hay una historia que contar.
Continuó mostrando y explicando otros ejemplos y otras etapas de su obra, hasta las últimas series en las que actualmente trabaja, y en las que posiblemente incluirá alguna de las instantáneas que se lleva de Asturias.
Comenzó definiendo el papel de la fotografía en el arte contemporáneo y su reconocimiento tardío, y explicó lo difícil que había sido al principio que los lugares referentes del circuito artístico como Arco, incluyeran fotografías entre sus propuestas. La España de su juventud solo entendía la foto funcional, aquella que guarda nuestros recuerdos personales o publicita de forma atractiva algo que vender. Era el concepto de foto-postal con unos clichés preestablecidos sobre todo aquello que mostraba, bien fueran mujeres seductoras o paisajes en días soleados. A él mismo le tocó ser pionero en esa lucha por introducir este medio en el mundo de la creatividad y la expresión artística.
Con un gran sentido del humor, con el que captó a los chavales desde el principio, contó cómo nació su vocación el día que, tras ganar un concurso de fotografía, el director de su instituto le abrió un mundo asombroso y desconocido para él, dejándole leer libros de fotografía traídos del extranjero, con imágenes insólitas para aquella España reprimida de la dictadura. Y cómo tiempo después vagó por la Universidad de periodismo intentando acercarse equivocadamente a su verdadera pasión, pero sin tener claro donde acudir para aprender las herramientas necesarias y expresar lo que llevaba dentro. “No sabía como se inventaban las fotos”.
Hasta que de repente todo cambió y las imágenes salieron como de un sueño de manera totalmente autodidacta allá por los años 80. Así surgen las fotos “marcianas” de los comienzos de su carrera, de colores llamativos y clara intención simbólica, con el rojo y el amarillo de la bandera. Totalmente planas de luz y muy gráficas, sus imágenes estaban llenas de objetos curiosos, lo que ha sido una constante a lo largo de su obra.
Hijo de la Movida madrileña, Ciuco continuó haciendo fotografías en un lenguaje metafórico. “Spain is diferent” y sale del oscurantismo con colores vivos e iconos modernos.
En este punto insistió en la importancia del poder iconográfico de la imagen, como vehículo para trasmitir ideas o sentimientos. El puro goce estético no es suficiente y detrás de cada imagen siempre hay una historia que contar.
Continuó mostrando y explicando otros ejemplos y otras etapas de su obra, hasta las últimas series en las que actualmente trabaja, y en las que posiblemente incluirá alguna de las instantáneas que se lleva de Asturias.
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